Las autoridades nicaragüenses mantienen cautivo al obispo Rolando Álvarez, un crítico del Gobierno del presidente Daniel Ortega y quien este jueves cumple dos semanas en arresto domiciliario en Managua, sin que hasta ahora se le hayan formulado cargos.
Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, fue sustraído la madrugada del viernes 19 de agosto por agentes policiales del palacio episcopal provincial junto con cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo, después de haber estado 15 días confinados.