Durante una sesión del pleno del CNE, López expresó su preocupación ante la posibilidad de que el partido de gobierno no resulte vencedor en las próximas elecciones, señalando además que “paralizaron por un mes el proceso electoral” y advirtió que “el 30 de noviembre podría ser un día convulso”.
La consejera también denunció un ambiente de hostilidad dentro del Pleno, indicando que en reiteradas ocasiones ha solicitado respeto por parte de sus compañeros de institución.
Estas declaraciones han generado fuerte repercusión en el ámbito político y social, ya que ponen en duda la estabilidad y transparencia del proceso electoral que se avecina.