La Lima se prepara. El municipio teme ser azotado por el despiadado paso de las lluvias que ya han dejado estragos, sobre todo en el norte y occidente de Honduras, pero del cual se teme lo peor.
La pesadilla de inundaciones en el departamento de Cortés y en todo el norte de Honduras está más latente que nunca.
La Lima es uno de los municipios del departamento de Cortés que se apresta a ser azotado por inundaciones, ante la crecida de los ríos Ulúa y Chamelecón, cuyo caudal aumenta minuto a minuto y activa la amenaza de revivir la pesadilla de Eta e Iota de hace dos años.
En ese sentido, la noche del jueves comenzó la desesperación de los pobladores. Miles de hondureños decidieron evacuar sus viviendas, llevar lo poco que podían y salir de la zona amenazada, luego que sonara la alarma de inundaciones que se activa cada que las intensas lluvias dejan acumulados de aguas que desembocan el los sectores considerados inundables.
Por ende, para evitar tragedia alguna y que pobladores se quedaran en la zona, las autoridades también decidieron declarar obligatorias las evacuaciones.
Fue entonces que enormes filas de vehículos se comenzaron a formar a altas horas de la noche; gasolineras llenas conductores queriendo abastecer su tanque, familias completas huyendo y decenas de albergues habilitados, estos son solo algunos de los escenarios que nos dejaron las acciones de prevención que se ejecutaron en La Lima, un espejo para las demás zonas afectadas, sobre todo para los municipios aledaños a las riberas del río Ulúa, que siguen en alerta roja.
