Muchos de estos, atravesaron este fenómeno meteorológico en sus propias casas o en la de vecinos, al tener un temor de ser deportados por migración en caso de ir a albergues, pues muchos tienen estado irregular en ese país norte.
Previo al ingreso de Ian por la bahía de Tampa, ya se sentían los efectos con las fuertes lluvias, que fueron empeorando gradualmente a medida iba avanzando Ian en dirección norte. Muchos de los lugares cerca de la costa reportaron inundaciones y una marejada ciclónica con una considerable altura.
Una de los agravantes de la situación también fue todo esto combinado con los vientos huracanados a una velocidad capaz de destruir árboles, postes, dejar notables daños en viviendas y negocios y un sinfín de problemáticas.