El Pontífice ha decidido dedicar al conflicto en Ucrania el tiempo completo que normalmente se utiliza para comentar el evangelio del día.
“Lamento profundamente la grave situación que se ha producido en los últimos días, con nuevas acciones contrarias a los principios del derecho internacional. De hecho, aumenta el riesgo de escalada nuclear, hasta el punto de hacer temer consecuencias incontrolables y catastróficas en todo el mundo”, mencionó el Papa.
Por otro lado el Papa recalcó que la violencia y la sangre son actos que le duelen, en especial los niños; “Me afligen los ríos de sangre y de lágrimas derramados en estos meses. Me duelen las miles de víctimas, especialmente entre los niños y las tanta destrucciones, que han dejado sin casa a muchas personas y familias y amenazan con el frío y el hambre vastos territorios”, agregó.
“Por favor, hagamos respirar a los jóvenes y nuevas generaciones el aire sano de la paz, no el contaminado de la guerra, que es una locura”. “La guerra en sí misma es un error y un horror”, concluyó el Papa.