Esta perturbación meteorológica en el Caribe sostiene vientos máximos de 55 kilómetros por hora y se sigue moviendo al oeste del continente a una velocidad de 24 kilómetros por hora.
Hasta el momento está afectando con lluvias y tormentas eléctricas en las islas de Barlovento, Curacao, Bonaire, Aruba y varios sectores de la parte norte de América del Sur, pues se ubica a unos 500 kilómetros de la península colombiana de La Guajira.
Expertos en meteorología prevén que el desarrollo de este sistema se intensifique con probabilidad de un 90% por las condiciones ambientales que lo rodean y va con una trayectoria dirigida a Centroamérica.
La Secretaría en los Despachos de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) están bajo vigilancia puesto a que apuntan a que podría transformarse en huracán de categoría 1 previo a tocar tierra en Nicaragua, lo que tendría efectos en Honduras con intensas precipitaciones a partir del domingo.
En el país aún hay varios sectores que permanecen inundados y se mantiene una alerta verde para los municipios aledaños al río Ulúa, sumado a estos también el municipio de Alianza por el nivel del río Goascorán, así también el departamento de Gracias a Dios.
